sábado, 19 de agosto de 2017

ORIGINALIDAD DE CONTENIDOS



Mucho se ha discutido durante los últimos años, respecto de la conveniencia (o no) de que sean terceros quienes elaboren los contenidos de los sitios web y blogs de internet, por lo que es necesario formular ciertas aclaraciones antes de continuar con la exposición.

En primera instancia, es preciso tener en cuenta que no todos tienen las habilidades que se requieren para escribir correctamente, esto es, atendiendo a los principios de la semántica, la gramática, la ortografía y demás. En tal virtud, debemos ser conscientes de que es necesario admitir que sean terceros expertos, quienes elaboren nuestros contenidos escritos.

El mismo principio, se aplica a la edición de videos: es más que obvio que no todos sabemos hacerlo, en vista de que se requiere de ciertos conocimientos técnicos y de experiencia para tal efecto. Surge, imperioso, un interrogante sobre este particular: ¿Si no tenemos idea sobre cómo editar un contenido audiovisual, tendremos qué hacerlo, de todas maneras, porque es preciso que seamos 100% originales?

La respuesta es, por supuesto, un rotundo NO. Es más, ello iría en detrimento de la calidad de nuestro sitio web o blog. En este orden de ideas, no compartimos (respetuosamente) las opiniones que van en contravía del hecho de que el propietario y/o administrador de un website, delegue  la elaboración de sus contenidos en terceros.

Ahora, el asunto amerita un análisis más profundo: ¿en quién o quienes, estamos delegando esta importante labor? Esta es, si se quiere, la "pregunta del millón". En reiteradas ocasiones, Matt Cutts, alto funcionario de Google, ha manifestado que el "gigante de internet" iba a empezar a penalizar a las que él denomina "granjas de contenidos".

No sabemos si se ha estado refiriendo a todos los sitios que contratan a 15 o 20 escritores "supuestamente" profesionales, para que escriban los artículos que, periódicamente, solicitan los propietarios y/o administradores de las páginas que necesitan contenidos para publicar.   
  
Entonces, si Matt Cutts ha estado haciendo alusión a esta extendida modalidad, creemos que tiene toda la razón. Veamos, el por qué consideramos que está argumentando correctamente. Los escritores de estas tradicionales “Granjas de Contenidos”, NO ELABORAN ARTÍCULOS 100% ORIGINALES, tal y como lo pregonan y promocionan.

Los “escritores granjeros”, toman dos o tres fuentes de información de varios sitios o blogs de internet. Y, lo que realmente hacen, es RECICLAR esas fuentes para escribir un artículo, SUPUESTAMENTE original. Si Google pretende penalizar esta modalidad, estaría en todo su derecho. El reciclaje de contenidos no puede ser aceptado, puesto que se está perdiendo una gran porción de la pretendida originalidad.

Es más, también se está perdiendo calidad. Reciclar varias fuentes, cada una con su propio estilo y su propia esencia, no puede traer como consecuencia un buen contenido o, si se quiere, sería intentar “articular lo inarticulable” (permítasenos la expresión, que es propia, más no castiza). Surge, entonces, otro interrogante ineludible: ¿de dónde tendremos que obtener las fuentes de información para crear los artículos, si no es del propio internet?

La respuesta es clara y contundente: la Red no es la única fuente de conocimiento porque, si así lo fuese, ya hubiesen desparecido las librerías y las bibliotecas “físicas” y, es ahí, donde radica la esencia de nuestra exposición: si recurrimos a una integralidad de fuentes con bibliotecas, videotecas, hemerotecas e, incluso, el mismo internet (que es ineludible, no lo estamos negando), podremos elaborar contenidos de calidad y, ahí sí, originales “casi” que en un 100%.

Como estarán notando los lectores, ubicamos la expresión CASI entre comillas y lo hemos hecho deliberadamente, dado que siempre será necesario acudir a las fuentes de conocimiento. Nadie tiene “acceso directo al Conocimiento Akáshico”, de tal manera que pueda conocer de cualquier tema y al instante. En fin y a todas estas, hemos plasmado nuestra posición sobre este debatido tema. Mientras tanto, la controversia continuará.