El ámbito de lo paranormal es tan, o más, extenso y complejo
que la “dimensión vital” en la que vivimos todos los seres humanos, desde la
cotidianidad.
En otras palabras y para ser más claros y explícitos: lo que
vemos, oímos, tocamos y experimentamos mediante los sentidos físicos, es
reducido si lo cotejamos con el mundo paranormal.
Así las cosas, es necesario precisar que, quienes “no ven más
allá de sus narices”, disponen de una experiencia de vida bastante limitada. La
experiencia del ser humano, va muchísimo más allá de los que percibimos y
sentimos dentro los parámetros normales.
Surge, entonces, un interrogante ineludible a este respecto:
¿cómo, donde, cuando y con quién encontramos acceso a lo paranormal? Si no
dilucidamos una inquietud de semejantes proporciones, no será posible acceder a
muchos “mundos ocultos a los sentidos” que rodean la vida del ser humano y, de
alguna manera, lo afectan, por mucho que no los perciba.
A ciertos tipos de expertos en estos temas, no les agrada el
concepto de “Oráculo”, porque lo consideran un tanto “arcaico”, dado que eran
conceptos (y realidades) propios de civilizaciones antiguas, como la griega y
la romana.
Sin embargo, nosotros consideramos que ello no obsta para que
optemos por utilizarlo, por considerarlo un concepto, si se quiere, genérico y
que abarca a muchas de las artes y ciencias esotéricas ancestrales, por no
decir a todas.
Nuestra titánica tarea será, de aquí en adelante, desentrañar
el sentido de todos y cada uno de estos Oráculos, como es el caso de la
clarividencia (también llamada “videncia”), el tarot y todas las otras formas
de cartomancia, el chamanismo, la hechicería y demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario